Es muy probable que conozcas los peligros de conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol o con cansancio, sin embargo, existe otra condición que puede afectar nuestras capacidades de manejo de manera significativa como para causar un accidente: la deshidratación, un fenómeno que ha cobrado mayor fuerza en esta temporada.
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Quizá no lo sabías, pero este estado puede afectar tanto a la funcionalidad de nuestro cuerpo como a nuestra capacidad cognitiva y estado de ánimo. De hecho, diversos estudios señalan que manejar deshidratado puede llegar a ser tan peligroso como hacerlo en estado de ebriedad. Una persona ligeramente deshidratada pierde la suficiente concentración como para cometer todo tipo de errores de manejo, algo similar a que si hubieses tomado alguna copa extra, condición que, abordo de una moto, se vuelve altamente riesgosa.
Debemos subrayar que una persona deshidratada tiende a cometer errores, como desviarse del carril o frenar más tarde, casos muy similares en frecuencia a los de una persona bajo la influencia del alcohol. Además, el propio hecho de tener sed implica que ya estamos centrando nuestra atención en algo más aparte de conducir.
Es bien sabido que la deshidratación puede tener un efecto en las habilidades de pensamiento crítico, el estado de ánimo y la salud de una persona, por lo que la hidratación es clave para un correcto funcionamiento del organismo.
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No hay que olvidar que, en el cerebro, el agua supone un 85% de su constitución. Además, cuando nos movemos en moto, realizamos un gran esfuerzo mental, por lo que consumimos una gran cantidad de energía. Por estos motivos, cualquier síntoma de deshidratación nos puede afectar notablemente, siendo más lentos en las respuestas, notando fallas en la memoria o reduciendo nuestros niveles de atención.
De esta forma, mantener una buena hidratación mejorará la seguridad al manejar nuestra moto, ya que ayuda a estar alerta, tanto a nivel físico como mental, reducir la fatiga y, por supuesto, mantener nuestra concentración en la carretera. En definitiva, el agua proporciona bienestar y un buen rendimiento en todas las situaciones y, como era de esperar, también cuando manejamos una motocicleta.
La recomendación es que, antes de subirnos a la moto y comenzar el viaje, es necesario beber, al menos, 100 mililitros de agua. Esto nos ayudará a estar perfectamente hidratados y nos permitirá tener una correcta capacidad de reacción, atención y concentración en la carretera. Desde luego que debemos de llevar con nosotros una botella de agua para hidratarnos con regularidad.